Un saco roto...

Son muchas las veces que me levanto con las ansías de hacer algo. Días en los que, podría escribir libros y libros. Días en los que haría cualquier cosa para cambiar el mundo... Pero es imposible. ¿Qué fuerza tiene uno solo? ¿De qué sirve hablar si las palabras caen en un saco roto? Palabras que, si fueran escuchadas por alguien más que el viento, podrían hacer grandes cosas... ¿Pero qué voy a hacer yo, si el único que escucha lo que digo es el viento? Mis palabras, vuelan lejos, tan lejos que acaban perdidas en el olvido. A veces, algunas personas me sorprenden escuchando lo que digo pero... "Estás loco tío..." "Estás obsesionado." "Muy bonito pero haz algo de verdad." Son algunas de las cosas que me dicen aquellos que rara vez me escuchan... Tal vez esté loco de verdad, tal vez estoy obsesionado... Pero prefiero estar loco y obsesionado a ser un muñeco más. Hacer algo... Vuelvo al mismo problema... ¿Qué fuerza tiene uno solo? Hay quienes ya no tienen esperanzas, quienes se limitan a sentarse y esperar que los demás actuen. ¡Despertad de una vez! Si realmente queremos hacer algo, debemos unirnos. Unios todos, dejad a un lado todas las diferencias. Claro que quedan esperanzas, claro que es posible un cambio. La gran pregunta es... ¿Realmente quieren un cambio?